Von Holzblöcken zu ePaper: Die Evolution der asiatischen Plakatkunst

De bloques de madera a ePaper: La evolución del cartelismo asiático

  • InkPoster Redaktion

El cartelismo asiático es un rico tapiz tejido durante siglos con tradición, innovación e intercambio cultural. Desde los exquisitos grabados en bloques de madera en Japón, hasta los atrevidos carteles ideológicos de China y los armoniosos diseños de Corea, estas piezas artísticas no solo han adornado paredes, sino que también han contado historias, influido en sociedades e inspirado generaciones. Con InkPoster, los entusiastas ahora pueden exponer sin esfuerzos estas obras maestras, llevando un arte dinámico a espacios modernos.

Japón: El lugar de nacimiento de Ukiyo-e y mucho más

El movimiento Ukiyo-e: La revolución artística de Japón

Ukiyo-e (literalmente, «imágenes del mundo flotante»), que emergió durante el siglo XVII en el periodo Edo de Japón, celebraba la belleza de la vida cotidiana. Estos grabados en bloques de madera representaban cualquier cosa, desde actores kabuki y geishas hasta paisajes y festividades.

Artistas como Suzuki Harunobu (que creó los primeros grabados a todo color, nishiki-e), Kitagawa Utamaro (conocido por sus bijin okubi-e, o «imágenes de mujeres hermosas con cabezas grandes»), Utagawa Hiroshige (autor de las conocidas «Cien vistas famosas de Edo»), y posteriormente Katsushika Hokusai redefinieron el estilo con unas líneas elegantes, ricas paletas de color y composiciones evocadoras. Ukiyo-e no solo capturaba la cultura urbana de Japón, sino que también influenció movimientos artísticos globales como el impresionismo y el Art Nouveau.

Hokusai y el inicio del cartelismo japonés

Entre los maestros del Ukiyo-e, Katsushika Hokusai (1760–1849) destaca como visionario que unió la tradición con una atrevida experimentación artística. Su obra más famosa, el grabado en bloques de madera «La gran ola de Kanagawa», es conocida por su composición dinámica y el uso del azul de Prusia, un pigmento recientemente introducido en Japón en ese momento. Las innovadoras técnicas y perspectivas de Hokusai no solo cautivaron al público, sino que también dejaron una huella indeleble en el arte occidental, al influir en artistas como Claude Monet o Vincent van Gogh.

En el momento de su creación, un grabado de La gran ola costaba el equivalente de dos raciones de fideos. Los expertos estiman que originalmente se hicieron varios miles de grabados, aunque solo unos cien sobreviven a día de hoy. En 2023, uno de estos grabados se vendió por 2,76 millones de dólares en una subasta en Christie's en Nueva York, señalando su valor e influencia perennes.

El renacimiento de los carteles tras la guerra

Como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, se vio un resurgimiento del cartelismo japonés, que unía la estética tradicional con temas contemporáneos. Artistas como Yusaku Kamekura revolucionaron el diseño con obras como el cartel de los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, que combinaban un diseño minimalista con un poderoso simbolismo. Los carteles psicodélicos de Tadanori Yokoo superaban aún más los límites, al fusionar las influencias del pop art con motivos japoneses, creando unas piezas visualmente fascinantes que resonaban tanto en su país como en el extranjero.

China: Poder político e influencia artística

Carteles como agentes del cambio

El cartelismo chino está profundamente entrelazado con los cambios políticos y culturales del siglo XX. En las décadas de 1920 y 1930, los artistas comerciales de Shanghái produjeron carteles con calendarios, también conocidos como «chicas de Shanghái», que combinaban influencias del Art Deco occidental con imágenes tradicionales para promover productos e ideales de modernidad.

Con el auge de la República Popular en 1949, los carteles se convirtieron en un vehículo central para la ideología política. El gobierno encargó obras de arte para promover los valores socialistas, glorificar la clase obrera y dirigir la opinión pública. Durante la Revolución Cultural (1966–1976), los carteles se caracterizaban por colores atrevidos e imágenes dramáticas, que pretendían inspirar fervor revolucionario. En la posterior era reformista, los artistas empezaron a explorar temas más variados, fusionando técnicas tradicionales con temas contemporáneos, que reflejaban la complejidad de una sociedad experimentando una rápida modernización. 

Maestros de la ideología

La historia de la ideología visual de China dio lugar a varios artistas influyentes. You Longgu emergió en la década de 1950 con imágenes atrevidas y estilizadas que celebraban el trabajo colectivo y la unidad nacional; sus impresionantes composiciones se convirtieron en un sello distintivo del diseño inicial de la RPC. Ha Qiongwen también tuvo un impacto duradero con sus vivos carteles que fusionaban el realismo con el idealismo político. Estos artistas ayudaron a dar forma a la edad dorada de los carteles ideológicos chinos, elevando los mensajes políticos a una forma de arte reconocible y coleccionable.

Corea: Profundidad cultural y creatividad posguerra

El cartelismo coreano encontró su voz a mediados del siglo XX, emergiendo de la sombra del mandato colonial y la guerra. Los artistas redefinieron la identidad nacional con la ayuda de medios visuales, que con frecuencia bebían del profundo legado cultural de Corea, como la tipografía Hangul y minhwa (arte popular), a la vez que los adaptaban a los formatos gráficos modernos. 

En la década de 1980, el diseño coreano de carteles experimentó una transformación significativa, abrazando la estética posmoderna y los enfoques experimentales. Ahn Sang-soo emergió como figura fundamental en este movimiento. Revolucionó la tipografía Hangul al distanciarse de las estructuras convencionales, introduciendo estilos de letra innovadores que ampliaban el potencial expresivo de la escritura coreana.

Aunque no es un cartelista tradicional, Kim Ki-chang tuvo un papel decisivo en el posicionamiento de la narrativa visual en la escena global. Su litografía de 1988 «Estrella mística del oriente», creada para los Juegos Olímpicos de Seúl, ejemplifica un enfoque cartelístico: fusionaba la imaginería simbólica, el orgullo nacional y las técnicas de impresión reproducibles en una obra que era tanto declaración cultural como arte coleccionable.

Voces visuales contemporáneas en Asia

Los principales artistas visuales de la actualidad se inspiran de la estética tradicional, a la vez que abrazan formas de expresión modernas. En Japón, Takashi Murakami ha sido aclamado en todo el mundo por su estilo «superplano», que fusiona motivos clásicos japoneses con la energía de la cultura popular contemporánea. En China, artistas como Sheng Qi exploran temas de memoria, identidad y política mediante potentes narrativas gráficas. Estos creadores siguen dando forma al paisaje cultural, expandiendo el arte de formas nuevas e inesperadas.

Abrazando el legado con InkPoster

El cartelismo asiático, con su rica historia y sus diversas expresiones, sigue siendo una parte vital del panorama artístico global. En InkPoster, celebramos este legado ofreciendo una plataforma dinámica que permite a los coleccionistas y entusiastas experimentar estas obras maestras en un contexto moderno. Nuestra pantalla con ePaper garantiza que la profundidad, el color y la emoción de cada obra de arte se conserva, y así la esencia del cartelismo asiático llega hasta espacios contemporáneos.


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